Las implicancias éticas y sociales de los experimentos con úteros artificiales | The Walrus
En 2018, Anna Smajdor argumentó que la ectogénesis, o gestación externa, podría revolucionar el embarazo humano, acercándonos a un futuro con úteros artificiales. Investigaciones recientes, como las realizadas por el Hospital Infantil de Filadelfia, han desarrollado la biobolsa, un entorno artificial que simula el útero, permitiendo gestar corderos prematuros con éxito. Otros estudios, como los de Japón y Australia, buscan gestar fetos humanos tan pronto como a las veintiuna semanas. La posibilidad de estos avances plantea profundas implicaciones éticas y sociales, cuestionando la naturaleza del embarazo y la relación entre humanos y tecnología en la procreación.